Entrevista a Luci Montesinos: “Mi objetivo es transmitir a mis nietas mi pasión por el mar”.

Nacida en Vigo de Sanabria (Zamora) hace 65 años, Luci Montesinos reside en Salvatierra de Esca (Zaragoza) por amor. Conoció a su marido por trabajo, que era de allí y allí se mudó. En este pequeño pueblo de 200 habitantes fue la primera alcaldesa de la historia y actualmente es concejal de Cultura y Personal, además de tener una empresa constructora. Pero necesitaban mar, calor y playa y hace 20 años que pasan parte de su tiempo en Cambrils y en el Club Nàutic Cambrils. 

¿Cómo conociste Cambrils?

A los 14 años venía a veranear con unos familiares a Salou y entonces conocí la existencia de Cambrils, pero no vine. Fue cuando nos casamos que vinimos aquí en nuestro viaje de novios. Y nos gustó tanto que seguíamos viniendo a Cambrils de hotel, cuando teníamos ocasión, durante 20 años.

Después de 20 años disteis un pasó más.

Sí, hace 22 años que nos compramos la casa en el puerto de Cambrils. Queríamos tener una segunda residencia cerca del mar. En la zona donde vivimos tenemos muy cerca la costa del Cantábrico, pero es una zona en la que el clima es muy parecido al de nuestro pueblo. Yo, si salgo de mi casa, quiero pasar un día con calorcito en la playa con toalla al sol. Y esto San Sebastián no me lo ofrece. La otra opción, Andalucía, está muy lejos. Por eso tiramos para aquí.

Vuestra gran afición es la pesca. ¿Cómo empezó?

Al llegar a Cambrils no habíamos navegado nunca. Pero en la escalera del edificio donde compramos aquí el piso teníamos una conexión especial con un señor que había sido pescador y de vez en cuando nos daba pescado. A Juan Carlos, mi marido, le proponía ir a pescar y él nunca se decidía hasta que un día aceptó. Le dijo: “Atame un cabo a la pierna que no sé nadar”. Y ese fue el veneno. Le enganchó. Compramos el primer barquito de 7 metros, que se llamaba Entadeban. Entonces los dos nos sacamos el título de capitán de yate. 

Él se enganchó a la pesca, pero tú también.

Yo sí. Yo al principio iba, me tumbaba y tomaba el sol hasta la primera vez que cogí la caña y se me engancharon tres o cuatro peces. No veas qué risa. Pasaba un catamarán de turistas. Y yo con mis pescados ahí que no sabía que hacer. La caña iba de un lado para el otro, Juan Carlos en un rincón porque pensaba que si se levantaba le clavaba el anzuelo y los turistas aplaudiéndome. Yo no sabía si agarrar a los peces o saludar a los fans. Ese fue mi primer día.

¿Qué os gusta de la pesca?

Yo pienso que es como una droga, siempre quieres un pez más grande, y otro tipo de pez, y a ver si eres la primera, y a ver si llegas al máximo pescando.

Además, la sección de pesca del Club se está reactivando mucho en los últimos años, hay muy buenos pescadores y, sobre todo, buena gente. Te juntas, haces un almuerzo y te relacionas, que al final es de lo que se trata, de interactuar con otra gente.

¿Vuestro hijo también es aficionado a la pesca?

A él le gusta más navegar que pescar. Tiene 41 años y dos hijas pequeñas. Mi objetivo es transmitir a mis nietas mi pasión por el mar. De hecho, la mayor, que tiene 4 años, ya coge la caña.

En agosto hará 20 años que te hiciste socia. ¿Cómo has visto la evolución del Club?

Muy positiva en todos los aspectos. A nivel personal yo he hecho amigos. Te relacionas con otro tipo de gente, aprendes de todo, no solo a pescar. Y con las últimas obras de renovación creo que es perfecto, que lo necesitaba y que tienen que seguir hasta terminar.

¿Por qué recomendarías el Club Nàutic Cambrils?

Por muchas cosas. Primero por la situación, después por la gente, no solo socios, y por los servicios, evidentemente.

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