Entrevista a Margarita Casajuana: “La hemos vivido mucho, la barca. La cuidamos mucho”

Margarita Casajuana es socia del Club Nàutic Cambrils desde hace 26 años. Lo conoce bien, puesto que su padre ya era socio desde los inicios de la entidad. Esta barcelonesa vive hace más de 60 años en Andorra, pero los veranos los pasa en Cambrils y navegando.

¿Cuándo fue a vivir a Andorra?

Somos de Barcelona, ​​pero mis padres se montaron un negocio en Andorra cuando yo tenía 14 años y nos trasladamos a ella toda la familia. Tengo una hermana y un hermano. Yo soy la mediana.

¿Cómo fue el cambio?

Imagina, en plena adolescencia, con las amigas en Barcelona. Pero me ambienté rápido, me acogieron muy bien.

Allí conocí a mi marido, por amigos comunes, cuando yo tenía 19 años y él 22. Y a los pocos años nos casamos. ¡Llevamos 54 años de casados!

¿Cuál es el secreto?

¡La paciencia! (ríe) Y muchas otras cosas. Es un conjunto.

¿Le gusta vivir en Andorra?

Mucho. Y me gusta mucho esquiar. Antes de vivir allí, prácticamente no había visto la nieve a excepción de una vez que nevó mucho en Barcelona. Después de los estudios, me integré en el negocio familiar, que está relacionado con los regalos y menaje del hogar.

¿Cuándo conoció Cambrils?

De pequeña. Un hermano de mi madre vivía en Reus y veníamos a menudo en Cambrils y Salou. Ahora cuando voy a Salou le desconozco, porque no había nada. En Cambrils recuerdo campos y el pueblo. Mis padres se hicieron un chalet en Vilafortuny. A mi padre le gustaba navegar, pero sobre todo pescar. Se compró una barca de 9 metros y se hizo socio del Club Nàutic Cambrils a finales de los años 60. Entonces sacaba a pasear a los hijos, los nietos, navegábamos todos. Con mi marido salían mucho a pescar. Cuando murió, seguí yo como socia, hace 26 años.

¿Fue entonces cuando compraron una embarcación?

Sí, se llama “Sa mar endins”. Sólo hemos tenido ésta, la cuidamos mucho. Ahora está justamente haciéndose el mantenimiento. Lo hacemos cada invierno.

Nos gusta a toda la familia y también invitamos a los amigos. Sube todo el mundo. Tenemos dos hijas y dos nietos. La niña viene a menudo. Incluso hemos hecho cumpleaños. La hemos vivido, la barca. Mi marido sigue pescando.

¿Hacen largas travesías?

La más larga la hicimos al inicio de tener el barco. Fuimos a Denia y después a Baleares. Pero la costa catalana la conocemos bien. Y éste es el Club que más nos gusta, con diferencia. Por todo, por las instalaciones, porque los baños están muy limpios, porque es céntrico, bajas del barco y ya estás en medio de todo. Cuantos más puertos conozco, más me doy cuenta. Siempre digo que no sabemos lo que tenemos, en Cambrils.

Conoce bien al Club desde hace 50 años. ¿Cómo ha visto su evolución?

A mejor. Y sobre todo en los últimos tiempos, que se realizan muchas actividades. Cuantas más cosas se hacen, más nos integramos, y más conoces a gente. Nos apuntamos a todas las actividades sociales que podemos. Precisamente este verano, en la salida de Sant Jordi de Alfama nos lo pasamos muy bien.