Entrevista a Joan Llagostera, Director de Operaciones del Club Nàutic Cambrils

Con una sólida trayectoria y destacada experiencia en gestión operativa, Joan Llagostera se unía al equipo del Club Nàutic Cambrils hace medio año. El objetivo era seguir fortaleciendo la calidad de nuestras instalaciones y servicios y el desarrollo de las actividades náuticas. Y de momento, cree que estamos por el buen camino.

Conoces el Club Nàutic Cambrils desde pequeño. Imagino que esto te motiva aún más en tu nuevo trabajo.

Sí. Aunque nací en Reus, hace 55 años, cuando era pequeño nos mudamos a Cambrils, concretamente a Vilafortuny. Mi padre ya tenía embarcación, con la que navegaba y pescaba. Le encantaba el mar, era su pasión. En los años 70 se hizo socio del Club Nàutic Cambrils y yo he pasado allí toda mi infancia.

¿Qué estudiaste?

Hice la carrera de Administración y Dirección de Empresas en Barcelona y la terminé en Orlando, Florida. De hecho, mi primer trabajo fue ahí.

¿Seguías navegando?

No tanto, por el trabajo y ritmo de vida. Además, desde pequeño que quiso ser piloto de avión. Y lo logré. Era mi frustrada pasión y se hizo realidad. Piloto privado. Me dediqué mucho a la aviación. Incluso fui el gerente del Aeroclub de Reus.

¿Por qué regresaste al mar?

A mi mujer, que es de Vic, la conocí en la carrera. Cuando vino a Cambrils, se enamoró y vinimos aquí. Era inevitable no salir en barco y volví a engancharme. Salía con el de mi padre. No fue hasta hace tres años que compré mi propia embarcación.

¿Navegas con la familia?

Sí. A todos les gusta. Tengo una hija y un hijo. Él hace windsurf. Ha sido 3º Sub15 de Cataluña de la clase Techno. Ella se sacó la Licencia de Navegación en nuestra Academia Náutica. Además, siempre que tengo tiempo, salgo a navegar.

Y ahora trabajas en el Club Nàutic Cambrils.

Sí. De repente se me presentó la oportunidad de casualidad. Me pareció tan atractivo como un reto. Agradezco en especial la confianza que depositaron en mí el Presidente y el Comodoro y el resto de la Junta Directiva.

¿A qué te dedicabas antes?

A la gestión de empresas del mundo de la industria. Por trabajo he viajado durante 18 años por Asia y Estados Unidos. También monté un negocio de inversión, seguros y abogados con mi esposa, que es abogada. Y cuando ya tenía la estabilidad, me apareció la propuesta del Club Nàutic Cambrils y no dudé en aceptar. Se unían dos cosas que me gustan mucho, la náutica y la gestión.

¿Qué te gusta ser el Director de Operaciones del Club Nàutic Cambrils?

Son muchos trabajos en un trabajo. Es técnica cuando hablas del puerto, de embarcaciones, de calados, de tiempo, de predicción de tiempo… y también tiene la vertiente de las relaciones humanas, porque tienes siempre a los socios y empresas que trabajan en él.

Al principio, por desconocimiento, fue algo más duro. Pero ahora me siento cómodo con mi trabajo y todavía me gusta más que al principio. No me arrepiento de ninguna de las maneras. Lo vivo con mucha pasión. Yo creo que si haces un trabajo que cada día es un reto y que te gusta mucho, es un placer. En ese sentido, soy un privilegiado.

Conoces el Club Nàutic Cambrils desde hace muchos años. ¿Cómo le has visto evolucionar?

Recuerdo sus inicios con unas instalaciones mucho más precarias. A día de hoy es un puerto de excelencia. Para mí, es de los mejores que he visto en Cataluña. Orden, limpieza, instalaciones… Todo puede mejorarse. Y espero que vamos a mejorar. Pero yo, que voy a las regatas de mi hijo y veo varios clubs mucho mayores que el nuestro, no están en las mismas condiciones.

¿Objetivo para este 2026?

Pues afianzarme en el trabajo, y tener más conocimientos. Mejorar las cosas que son mejorables. Que los socios se encuentren con un club que cada vez sea mejor, y que logremos hacer más piña entre todos los socios con las actividades que celebramos.