La Real Federación Española de Vela sacó “músculo financiero” durante la Asamblea General del ejercicio 2021 celebrada el pasado sábado 27 de noviembre en la sede del Consejo Superior de Deportes en Madrid. Las cuentas, saneadas y sin deudas, muestran una tendencia al alza en las reservas de la federación, un dinero que servirá para aumentar la inversión en el desarrollo de los deportistas.

Un total de 43 asambleístas, y 35 delegaciones de voto, acudieron a la cita. Entre ellos, Ramon Vallverdú, presidente del Club Nàutic Cambrils. Los asistentes conocieron de primera mano el estado de las cuentas federativas y el proyecto presupuestario y económico planteado por el presidente Javier Sanz y su equipo de cara a 2022.

Sanz recordó que “aunque desde fuera a veces no lo parezca, nuestra Federación va más allá del equipo olímpico o el CEAR de Santander; nos debemos a toda la vela y así va a quedar reflejado en nuestro Plan Estratégico, que será la hoja de ruta a seguir para crecer como entidad, atraer a patrocinadores y conseguir una mayor independencia sobre las ayudas estatales en el aspecto económico”.

El tesorero de la RFEV, Joan Sanfeliu, presentó ante los asambleístas las cuentas anuales del ejercicio 2020 y el informe de la auditoría externa PKF Attest, que pone de manifiesto el buen estado de las arcas federativas.

Para el ejercicio 2022, la RFEV ha proyectado unas cuentas anuales de 5,682 millones de euros, unos ingresos ligeramente superiores a los de 2021 en un presupuesto que Sanfeliu tildó de “prudente” al no estar incluidas varias partidas presupuestarias que están pendientes de firma y confirmación y que podrían hacer incrementar notablemente los ingresos.

En el apartado deportivo, el vicepresidente Joaquín González Devesa introdujo a la junta a Franciso Gil, nuevo Director Técnico de la RFEV. En su presentación, Gil habló del “engranaje” de la RFEV como una cadena lineal que empieza en la vela base y va ascendiendo hasta el equipo olímpico.