Carlos Rubio tiene 47 años y lleva toda su vida pescando. A raíz de los concursos de pesca del Club Nàutic Cambrils conoció las instalaciones y a su gente y decidió hacerse socio. Recientemente ha entrado en la sección de pesca del Club como delegado. Una función que toma con ilusión, pero también con expectación.
¿Qué hace un salouense en el Club Nàutic Cambrils?
Vivo en Salou y tenía la barca en Sant Jordi porque la zona de pesca me gustaba mucho. Al venir a los concursos de pesca de Cambrils y conocer a la gente, me encontré a gusto y me quedé. En Salou sí hay afición y, pero no me gusta tanto como está el puerto.
¿Por qué te gusta tanto pescar?
De pequeño, cuando tenía 5 años, mi padre que en paz descanse, me compró unas gafas de bucear. Antes podías pescar bajo el pantalán de Repsol en La Pineda. Y me puse por allí y me pilló un remolino y casi me ahogo. Entonces, mi padre, que pescaba desde la costa, para que no le cogiera miedo al mar, me compró una cañita de pescar y desde ese día, pues ya no lo dejé. Durante la adolescencia pescaba menos, por eso de salir, pero después, a los 22 años, un amigo se compró una embarcación y me invitó a pescar. Me hizo gracia. Me compré una caña y el día que la estrené pesqué una palometa de casi 10 kilos y ya me envenené. A la semana siguiente me compré una zodiac, una Bombardier.
¡Sí que corriste!
Sí, porque se le dije a mi mujer y me dijo: “pues sí, cómprala”. Y cuando dice que sí, se tiene que aprovechar el momento.
¿Ella también pesca?
No, no hay forma. Alguna vez viene, pero entonces cuando pesco me dice que les suelte, que se están ahogando. Y entonces me da el día y no la dejo venir.
¿Cuántas embarcaciones has tenido hasta la actual?
A los tres años de tener la primera zodiac, la cambié por otra, una Oqueteau 6.25, después me compré una Beneteau. Y la última, una Starfisher de 6,75, la Figafosca.
¿Sólo sales a navegar para pescar?
Quizás dos veces al año simplemente voy de paseo con mi mujer o los amigos, a tomar algo, bañarnos, pero más no. No porque, ¡la barca esta es para pescar!
¿Sales a menudo?
Si hace bueno, todos los días que puedo durante todo el año. Acabo de trabajar a las cinco y si no tengo nada que hacer, salgo.
¿Sales solo?
No, normalmente siempre hay alguien que me acompaña. O mi hermano… O si alguna vez quiero salir solo, me encuentro aquí con alguien y también bien.
¿Por qué te gusta tanto pescar?
No te molesta nadie, estás tranquilo, la sensación cuando tienes la picada es todo, casi. Sobre todo cuando pica el pez que estás buscando. No es echar la caña y a ver qué pica. No, es: “Hoy quiero pescar un gallo de San Pedro” y vas y lo pescas. Entonces la satisfacción es bestial.
Dicen que pescas mucho. ¿Cuál es tu secreto?
Buscar el pez. El pez come casi siempre, pero tienes que encontrar dónde está. No salir aquí, no veo nada y echo. No. Vas mirando la sonda, miras que haya caídas de arena o de piedra, o barcos hundidos. Y entonces con la sonda interpretas si el pez es pequeño o grande. Dependiendo del tamaño pones un cebo u otro. Si no pica, cambias el tamaño de los aparatos o la altura donde los pones, si el agua está sucia o está limpia e ir probando. ¡También muchos días hago porra! (nada).
¿Cuál es el pez más grande que has pescado?
Un atún de 326 kilos. Medía 2 metros y medio. La veda estaba abierta. Estuvimos media hora para subirla al barco.
Hace poco más de tres años te hiciste socio del Club Nàutic Cambrils. ¿Por qué te decidiste a dar el paso?
Me gustaron las instalaciones, el trato de la gente, el ambiente. Llegué cuando estaban a punto de empezar las obras y el cambio fue espectacular. Yo creo que es uno de los mejores puertos de la costa catalana. Éste es un puerto ordenado.
Ahora eres el nuevo delegado de pesca.
Y no quería (ríe). Me insistían. Yo ya les he avisado cuando no tengo ni idea de lo que debo hacer. Pero probaremos a ver si va bien. Espero no encontrar demasiadas trabas. Tengo que hablar con mucha gente, los demás clubs, patrocinadores, con la Junta Directiva, con la que estoy muy contento, son gente normal que hace su función correctamente. ¡Estoy animado, asustado y expectante!
¿Cómo ves la afición de la pesca en el CNCB?
Bien. El problema es que con el Covid y la crisis la gente se ha echado un poco atrás a la hora de gastar. Antes había concursos que pagaban 60€ por cabeza y la gente venía igual y ahora uno de 25€ les cuesta. Pagabas más pero los premios eran mejores y eso llama mucho la atención, ya que casi todo son accesorios para la barca, que es lo que queremos. Y si además hay sorteo y ganas algo, pues mejor. Si este año podemos encontrar buenos patrocinios y precios atractivos, pienso que vendrá mucha gente a concursar.
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