Entrevista a Carlos Talayero: “Lo que más echo de menos cuando no estoy aquí es el mar y navegar”.

Carlos Talayero tiene 42 años y es la tercera generación de una familia de socios del Club Nàutic Cambrils. Su abuelo paterno fue socio fundador, el número 2, y presidente durante 25 años. Ha vivido el Club Nàutic Cambrils desde pequeño. De hecho, nació en Cambrils y aunque a los cuatro años se trasladaron a Madrid a vivir, donde sigue, nunca se ha desprendido del Club.

Es curioso que usted nació en Cambrils.

Sí. Mi padre por aquel entonces trabajaba en la petroquímica. Mis abuelos, las dos familias veraneaban en Cambrils. Mis padres se conocieron aquí. Y viví en Cambrils hasta los 4 años. Después nos mudamos a Madrid y ya toda la vida.

¿Cómo es eso de ser nieto de uno de los socios fundadores?

Lo ves como algo de siempre. He vivido el Club siempre. Cuando era pequeño, pues era muy normal escuchar a mi abuelo decir “Me voy a Cambrils que tengo Junta”. Como fue tantos años presidente. Se lo pasaba bien. Siempre le gustó hacer muchas cosas y esta le gustaba mucho. En casa tenemos una foto de Cambrils en la que sale su primera barca de madera, una de remos, “La Movida”

Imagino que empezó a navegar de pequeño.

Sí. Yo iba en el barco de mi abuelo paterno, “La Merche”. Un velero. A los seis años empecé a navegar con el Optimist, y también hacía esquí náutico y pesca. Por aquel entonces, en la escuela de vela en verano de ocho a diez de la mañana se esquiaba. A las diez y media se entrenaba con el Optimist y por la tarde, pesca dos horas. También fui varios años monitor de la escuela de vela en verano, de los 16 a los 20.

¿Venían solo en verano?

No. Verano, Semana Santa, Reyes Magos, puentes, todo.

Ha acabado con su propio barco.   

A los 9 años me compré un Optimist que tuve hasta los 12. Hice pocas competiciones, porque no había tantas como ahora. Cuando mi abuelo vendió el barco, compré una zodiac hinchable de 1,80 y usé su auxiliar de 5 caballos. Era una enrollable que cabía en el maletero. Yo tenía 16 años. En 2010 compramos el Talabout a medias mi padre y yo. Se escribe como suena. Fue la broma. En 2020 compramos el Talasa, con una de mis hermanas y mi padre. El nombre ya venía puesto y mantuvimos el Tala por Talayero.

Su hija será la cuarta generación en el Club.   

A ver. Tiene 5 años y también navega. Le pica el gusanillo. Sube las defensas, me ayuda en el amarre. Se lo pasa bien.

¿Por qué recomendaría el Club Nàutic Cambrils?

Considero que, dentro de la zona, es el Club que tiene mejores prestaciones. ¡Y porque está en Cambrils! Dentro de la ciudad.

¿Echa de menos algo de los tiempos pasados?

¡Las partidas de mus que se organizaban! Pero creo que actualmente se ha conseguido el ambiente de tranquilidad y colegueo con el Barlovento, que años atrás tenía el bar estaba donde la caseta de marinería y donde había ese ambiente.

¿Por qué le gusta navegar?

Es lo que más echo de menos cuando no estoy aquí, el mar y navegar. Los dos años de no poder salir de Madrid por el Covid fueron muy largos. Dos semanas santas seguidas no poder venir aquí fue duro. Por suerte, ahora, estamos aquí.

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