Entrevista a Giuseppe Gaveglia, gerente del Restaurante del CNCB: “Mi propósito es que el Restaurante del CNCB lo disfruten desde los más jóvenes a los más mayores”.

Giuseppe Gaveglia está al frente del Restaurante del CNCB desde este mes de julio. Una aventura que nace de su visión por los negocios y de ofrecer nuevas experiencias a quien visite el Restaurante del CNCB. Se le ha renovado la imagen y ya da servicio desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la madrugada.

¿Dónde nació?

En Alemania, hace 56 años, pero a los tres meses volvimos a Italia, a la provincia de Latina. Mis padres son italianos y estaban en Alemania por trabajo.

Tengo entendido que empezó a trabajar muy joven.

Sí, de pequeño ya me gustaban los negocios. Me di cuenta de que vendiendo se ganaba dinero.  Vendía ropa por las playas. A los 14 años vendía ropa en los mercadillos. A mi jefe le compraba ropa y luego me iba con una vespa a venderla a las playas. Más tarde estudié cocina.

¿Cómo vino a parar a la Costa Daurada?

A los 18 años vine de vacaciones con unos amigos a Tarragona ciudad. Y descubrimos Salou. Allí conocí a una chica catalana, nos enamoramos, me fui a hacer la Mili a Italia, y me volví. A los 19 años ya vivíamos juntos en La Pineda.  Vine con 100€ y una maleta y poco a poco fui subiendo.

¿Cuál fue su primer negocio?

Empecé limpiando coches de una importante marca de automóviles en Tarragona. Luego pasé a vender máquinas registradoras y básculas con un cuñado que vendía máquinas registradoras. De ahí pasé a montar mi propia empresa de máquinas registradoras en Salou, con un amigo, con el cual sigo como socio después de 32 años.

¿Cómo dio el paso a la hostelería?

Encontramos el local del Café Di Mare, que era un restaurante y se traspasaba. Nos extrañó que cerrasen a las ocho de la tarde en la única calle delante del mar. Luego esta calle se transformó. Gracias a viajar mucho, cogía ideas y quería hacer cosas diferentes. Abrimos el Café Di Mare hace 20 años. Luego montamos al lado el restaurante Sapore Di Mare y más tarde el chiringuito Di Mare Club Beach. También cogí la discoteca Papillon.

Y ahora el Restaurante del Club Nàutic Cambrils.

Sí, porque con 56 años sigo teniendo ambición de niño. Conozco Cambrils porque le he vendido máquinas registradoras a todos los locales. Cuando supe de la posibilidad de llevar este restaurante, lo vi un atractivo y una muy buena oportunidad.

Le habéis dado un buen cambio de imagen.

Sí. Y aun falta un 50% más. Quiero hacer muchas cosas, mi cabeza no para, tengo muchos proyectos en mente.

¿Qué valoración haces de la inauguración?

Las inauguraciones siempre son buenas. Creo que salió muy bien.

¿Qué esperas de tu nueva aventura?

Recuperar clientes y hacer nuevos. Que los socios sientan como suyo el restaurante. Seguir la trayectoria, ir para arriba. Aun estoy aterrizando, pero estoy muy ilusionado.

¿Qué encontraran los clientes?

Típica comida mediterránea y de calidad. Quizás iremos añadiendo cosas diferentes. Mi propósito es que el Restaurante del CNCB lo disfruten desde los más jóvenes a los más mayores.

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