Entrevista a Santiago Isiegas: “Para mi es un placer meterme en el barco, sin ruidos ni nada”

Santiago Isiegas nació en 1934 en Cariñena, provincia de Zaragoza. A los dos años su familia se trasladó a Zaragoza capital, donde aún reside. Conoció Cambrils en 1962 y desde entonces ha pasado aquí todos los veranos. Prefirió navegar a la playa y eso le convirtió en socio del Club Nàutic Cambrils hace 35 años.

¿Qué le trajo a Cambrils?

El trabajo. Mi empresa es de compraventa de garajes y pequeña construcción. Buscaba un lugar de playa para veranear y Cambrils era el más cercano. A parte que tenía amigos que pasaban sus veranos aquí. Viene en 1962. Con mis hermanos nos compramos unos terrenos en la zona de Cambrils Bahía y nos construimos unos adosados.

Mi familia se pasaba todo el verano aquí y yo venía los fines de semana.

¿Cuándo empezó a navegar?

A raíz de veranear en Cambrils. La playa no me gusta. Estar tumbado al sol… Tenía un amigo que practicaba la vela y empecé con la vela ligera y después pasé a la de crucero. Y la verdad que para mí es un placer meterme en el barco, sin ruidos ni nada.

¿Cuántos barcos ha tenido?

Cuatro. Cada vez más grande. El actual se llama Chobaré. Se lo puse en honor a mi abuelo, que de pequeño, en lugar de decir “Yo también jugaré” decía “Yo también chobaré”. Me pareció un buen nombre.

¿Qué título náutico tiene?

El Patrón de Yate. Me lo saqué en Zaragoza.

¿Navegaba siempre que venía?

Sí. Yo siempre que venía y hacía buen tiempo, salía. La mayoría de las veces con la familia. Tengo tres niñas. Y ahora siete nietos.

¿Ellos también son aficionados a la náutica?

Sí. Concretamente mi nieto que tiene 24 años tiene el título y su padre también. Salimos los tres. Antes salía solo porque llevaba el barco muy mecanizado. Ahora no tengo tanta estabilidad.

¿Cómo ha visto evolucionar el Club en 35 años?

Muy bien. Ha seguido ampliando y haciendo lo que tocaba. Aunque nos ha faltado una piscina. Creo que está proyectada. A los clubes hay que darles una atracción para los chicos pequeños y familia, ya que, a la hora de navegar, hay quien no viene.

¿Por qué le gusta navegar?

Quizás por la vida tan agitada que llevas, de teléfonos y reuniones. Llegar aquí y estar aquí unos días de relax, te metes en el barco, y no oyes más que la radio, no tienes gente al lado, te bañas en aguas tranquilas. También me gusta pescar al curri.

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