Jean Pierre Minguez es socio del Club Nàutic Cambrils desde octubre. Sin embargo, su historia con el Club se remonta a los años 70. Su padre se hizo socio en 1968, cuando el CNCB tenía tan sólo cuatro años de historia. Ahora él reanuda un proyecto en el que se encuentra feliz.

Han pasado muchos años desde que estuvo en Cambrils por última vez.

Sí. En 1997 murió mi padre y lo vendí todo, el piso, el amarre, la embarcación. Todo. Desde entonces decidimos viajar a otros sitios durante los veranos con la familia. Pero siempre he querido volver a Cambrils. La suerte me trajo aquí. Un día mi yerno me envió el anuncio de un piso muy cerca del Club. Lo vi y no lo pensé. En octubre me compré el piso, me hice socio del Club, me compré el amarre y la embarcación.

¿De dónde le venía la afición a su padre?

Él nació en Argelia y allí, desde pequeño, navegaba y pescaba. Nosotros también, porque hasta los 13 años vivimos allí con mis hermanos. Luego nos trasladamos a Francia. Y entonces veníamos los veranos a Cambrils. Hemos estado 30 años veraneando. Primero con mis padres y después con ellos y con mi propia familia, mi esposa y mis dos hijas.

Sigue la tradición.

¡Por supuesto! Mis hijas se han sacado la licencia de navegación en Francia y vendrán con sus hijos. Tengo cinco nietos.

¿Ya ha navegado en Cambrils en esta nueva etapa?

Sí, esta semana un rato. Me compré una embarcación de siete metros y medio y ahora la he estado reparando y poniendo a punto. Se llama Alita, pero le cambiaré el nombre por Notre Dame de Santa Cruz, que es como se llamaba la de mi padre, y que es una capilla en Orán, en Argelia.

Ha vivido los grandes cambios del Club. ¿Cree que responde a la actualidad?

Lo conocí cuando no había pantalanes. Ahora es un magnífico puerto. Además, es especial. Yo no sé qué tiene este Club, pero tiene una historia y yo estoy muy a gusto. No hay club que esté integrado así con la ciudad. Además de que Cambrils apenas ha cambiado su estampa, es un puerto típico y es fantástico.

Vive en Saint Gaudens. ¿Vine a menudo a Cambrils?

Intento venir unos diez días al mes. ¡Estoy mejor que en mi casa! Me encuentro muy bien aquí. Además, me gusta mucho el gerente, el contramaestre, y todo su personal. Me dan confianza y esto es bueno.