Entrevista a Jordi Ferrer: “Donde soy feliz es flotando en el mar. Sin el mar, no soy yo”.

Jordi Ferrer nació en Barcelona hace 50 años, y hace 6 que es socio del Club Nàutic Cambrils. Aunque hace más de dos décadas conoce bien el Club. Le apasiona el mar, navega siempre que puede y también pesca. Además, comparte su afición con su hija Ariadna, que está en el equipo de regatas en Ilca 4.

¿Cómo llegaste a Cambrils?

Mi padre era de Vinyols y desde que nací voy en barco. Su padre, mi abuelo, era médico. El Doctor Ferrer, médico en Vinyols y en la Casa del Mar de Cambrils. Mi madre es de Barcelona y vino a vivir a Cambrils, por el trabajo de su padre, buzo profesional. De hecho, en Cambrils le conocían como “Lo Bus”. Se conocieron aquí, pero se fueron a vivir a Barcelona. Enamorados del mar, bajábamos cada fin de semana y en verano. Al navegar, se hicieron socios del Club Nàutic Cambrils. Tenían embarcación.

¿Cuándo adquiriste tu primera embarcación?

Me quedé el barco de mi padre cuando murió. Y poco después me compré el mío, El Petit Plinius, una motora de 7 metros.

¿Por qué decidiste hacerte socio?

Con la renovación de la concesión, en 2015, me pasó el derecho de socio mi madre.

¿Qué te atrae del mar?

Me gusta navegar desde pequeño. Donde soy feliz es flotando en el mar. Sin el mar, no soy yo. A mi hijo mayor, que tiene veinte años, no le gusta mucho el mar. En cambio, mi hija, Ariadna, de quince, es más como yo.

De hecho, Ariadna forma parte del equipo de Ilca 4 del CNCB.

Sí. Le encanta. Un verano, cuando tenía 6 años, en casa de mis suegros en Cubelles se subió a un Optimist y le gustó. Entonces en agosto se apuntó a las estancias náuticas del CNCB y cuando terminó pidió seguir haciendo Optimist todo el año. Adelante. Y hasta la fecha. Mi esposa no lo entiende, ella es de montaña. Para mí ha sido una evolución normal. Me da igual que entre en el mar el mes de enero con una mistralada. A mí se me cae la baba y punto.

¿Sigues las regatas?

Si son en Cambrils o cerca, sí. Si puedo coger el barco y seguir la regata lo encuentro súper divertido.

¿Cómo ves el mundo de la competición?

No somos competitivos. Considero que no debe obligarse ni presionar. Lo que quiero es que mi hija se lo pase bien y no haga el tonto ni se enfade si no gana. Además, para mí la vela y las regatas son una perfecta alternativa a estar de fiesta con los amigos o estar enganchada al Ipad. Un fin de semana de entrenamiento o regata son dos días en los que está navegando. Es un entorno mucho más sano. Es la excusa perfecta para que no haga otras cosas.

De momento está en Ilca 4. ¿Quiere seguir?

Sí, ella disfruta. Además, tiene ganas de ser monitora en un futuro porque le gusta el ambiente y tiene una buena relación con sus entrenadores. Le gusta. Pretendo que lo pase bien. Aunque si esto le debe impedir hacer un examen, irá al examen.

Entraste como socio justo antes de las obras de renovación. ¿Cómo has visto evolucionar al Club?

Bien. Aunque creo que todavía se puede hacer más. Sobre todo, de cara a los socios. Creo que el Club debe abrirse mucho más a los socios. Debe tener un plus para ellos. Estoy encantado con la actual directiva. Pero es necesario mejorar algunos aspectos.

¿Navegas todo el año?

Sí. Siempre que puedo. Incluso en invierno, aunque menos que en verano porque el barco es pequeño. La ventaja de un barco pequeño es que en cinco minutos sales por la bocana. Salgo a navegar con mi mujer. No le gusta mucho, pero me acompaña para que no salga solo. A mi hijo tampoco le gusta, pero con él tenemos una tradición. El día de Navidad, antes de cenar, salimos a dar un paseo. Es una tradición que no perdemos.

¿También pescas?

Sí. Me gusta pescar al curricán, pero no soy competitivo y no participo en los concursos.

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