Ricard Castellví, más conocido como Ricky, se adentra en el mundo de la vela bajo la influencia de su padre también regatista, Josep Maria Castellví. Después de pasar por Tarragona, llega al CNCB pero la experiencia en Optimist no le acaba de convencer y decide parar durante un tiempo su relación directa con el mundo de la vela. Gracias al esfuerzo del equipo de monitores y staff sigue haciendo estancias náuticas y no pierde nunca el vínculo con el Club. Tanto es así que un día sale a navegar con Láser Master y la chispa que había en su interior vuelve a brotar hasta este año donde no ha dejado de ocupar podios y primeras posiciones en toda clase de campeonatos.

“Navego porqué me hace feliz”. Bajo esta premisa entre este 2018 y 2019 ha conseguido resultados como ser el Campeón de Cataluña en Láser 4.7; Campeón de la Copa de España Láser 4.7; 2ª posición en la Copa de España de Láser Radial; 4ª posición al Europeo Láser 4.7 o la 9ª posición al Europeo Láser Radial celebrado en Grecia.

Sostiene que ha tenido que trabajar mucho y muy duro para lograr los resultados que siempre ha querido y a pesar que con prudencia y media sonrisa, se le escapa que unos Juegos Olímpicos son el sueño de cualquier deportista. De cara las nuevas generaciones que se forman en l’Escola de Vela del CNCB afirma que “se tiene que trabajar mucho y que al final de todo, los resultados salen, a pesar que quizá no con la velocidad ni la rapidez que uno querría”.

Entre sus referentes, Jordi Xammar, Marcelo Cairo y Món Cañellas con los que comparte una buena relación personal. Cuando mira al futuro tiene el deseo firme de poder dedicarse a navegar. Hasta entonces, quedan delante horas de gimnasio, cuidarse y establecer prioridades.

Bajo una apariencia de chico serio, le encanta la sonrisa y el bienestar con los amigos. Amante de la competición, el deporte le permite desconectar y focalizar toda su atención en lo que está haciendo en aquel momento. Después de una competición o entrenamiento complicado, afirma que supera con facilidad el mal día pero que todavía tiene como reto, mejorar el control de sus emociones. Castellví admite también que buena parte de los resultados logrados este año no hubieran estado posibles sin el trabajo en equipo hecho a l’Escola de Vela del CNCB con la figura de su entrenador, Alberto Guillén.

Con tan solo 17 años, en Ricky es sin ningún tipo de duda uno de los deportistas a tener en cuenta en los próximos años. A buen seguro que ocupará decenas de titulares y podios. Tiempo al tiempo y como siempre asegura “mucha música allá donde vaya”.