Entrevista a Pablo Hausmann: “Cuando estás ahí fuera (en el mar) el mundo es diferente”.

Pablo Hausmann es socio del Club Nàutic Cambrils hace 9 años, aunque conoce el Club desde pequeño, cuando ya venía a navegar con su padre, socio también desde 1978. Vive en Cambrils y trabaja en Salou y su pasión por navegar y por su embarcación le hacen venir a menudo y disfrutar de la calma del mar.

¿Dónde nació?

En Barcelona. Este año cumpliré los 50. Pero conozco a Cambrils desde pequeño. Mi padre trajo el barco en 1978 y se hizo socio. La afición ya le venía de mi abuelo, que tenía el barco en Tossa de Mar. Mi padre también, pero tenía muchos amigos en Cambrils. Salió la oportunidad de comprar una masía en Vilafortuny y pasamos a veranear aquí. Recuerdo mis veranos aquí con mis hermanos.

¿También navegan?

No. De los cuatro, sólo mi hermana pequeña, que vive en Madrid pero tiene el barco en Menorca. Y yo.

¿Cuándo compró su primera embarcación?

¡Y única! No lo he comprado. Me quedé la de mi padre, cuando él ya dejó de navegar. Será una de las embarcaciones que lleva más años en el Club Nàutic Cambrils. Se llama Tania y es de 1969. La construyó un militar. Es una embarcación distinta. Cuando me la quedé estaba hecha caldo y yo la he remontado dejándola navegable. Toda la sentina tenía dos palmos de agua. Mi padre le quitó el motor y le puse el motor nuevo, batería, depósitos… Por dentro toda la mecánica la puse nueva. Por fuera, pintura, ventana. Quiero venderlo, pero no es un barco fácil. Lo compraría alguien que buscara exactamente esto.

¿Ya sabía navegar?

No, porque iba por diversión, no prestaba atención. Cuando me quedé el barco, hice el PER aquí, en la Academia Náutica del Club. Y cuando hice la primera clase pensaba: “¿Qué he hecho? No me lo voy a sacar ni de coña”. Fue muy frustrante porque no entendía nada. Y al final sí fui capaz. No es algo tan sencillo como parece.

¿Sale a menudo a navegar?

Lo que me permite mi trabajo. En verano cerramos el restaurante dos días a la semana y mínimo uno venimos a navegar yo y mi mujer. Mis hijos, que tienen 20 y 16 años ya no vienen tanto, pero de pequeños sí salíamos todos. Hacemos salidas de dominguero por aquí. He hecho de lobo marino, pero no era para mí. No me ha tocado por tiempo y circunstancias.

¿Ya tenía claro de pequeño que quería ser cocinero?

Tenía muy claro de pequeño que quería comer muy bien y que quería estar en un sitio donde se comiera muy bien. Y eso era un restaurante. Estudié Hostelería en Sant Pol de Mar. Este año hace 25 años que abrimos mi mujer y yo La Morera en Salou.

¿Por qué le gusta navegar?

Me da mucha paz, mucha tranquilidad. Cuando estás ahí fuera el mundo es diferente. Me gusta mucho.

¿Por qué recomendaría el Club Nàutic Cambrils?

Primero por su situación, estratégicamente es buenísima. El ambiente es muy bueno. Y está en una zona con muchas posibilidades. Tiene cerca el Priorat, el Delta del Ebro, está a una hora y media de Barcelona…

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